
La trombosis ocular se refiere a la obstrucción en el flujo de sangre en alguna arteria o vena de la retina. Las oclusiones de arteria de la retina representan una urgencia oftalmológica ya que si no se soluciona el cuadro en unas pocas horas, hay riesgo de pérdida visual permanente. Las oclusiones de venas de la retina puede afectar la parte central o alguna de las ramas de la vena central de la retina.

Las oclusiones de arteria o vena de la retina se presentan con mayor frecuencia en pacientes con antecedentes de enfermedades cardiovasculares. Algunos ejemplos de enfermedades cardiovasculares son las siguientes:
El síntoma más frecuente que refieren los pacientes es la pérdida de visión de forma súbita en un solo ojo. En ocasiones se puede presentar la visión “como una nube” la cual va empeorando en un periodo corto de tiempo.
Por medio de una exploración oftalmológica el retinólogo dilata la pupila para visualizar la parte más interna del globo ocular. El hallazgo más frecuente es la presencia de hemorragias y pequeños infartos a nivel de la retina. Un estudio fundamental para confirmar el diagnóstico de esta entidad es la Tomografía de Coherencia Óptica Macular que permite medir el grosor retiniano a nivel central. En ocasiones es necesario realizar un estudio de angiografía de retina con fluoresceína o angiotomografía de coherencia óptica que permite medir la cantidad de sangre que llega a la retina.

El tratamiento consiste en la aplicación de una inyección de antiangiogénico o la colocación de un implante de esteroide intraocular. El retinólogo decidirá con base a la severidad del caso qué medicamento utilizará. Para el seguimiento se requiere realizar una tomografía de coherencia óptica macular, esto permitirá decidir la cantidad de inyecciones o implantes que requerirá un paciente.